jueves, 2 de junio de 2011

Seis tips para tener un plan financiero personal a prueba de crisis

Las crisis financieras mundiales impactan en nuestras inversiones individuales y cuando ocurren, tratamos de tomar todas las medidas necesarias para buscar maneras de superar sus efectos adversos. El tema es que, como en esos casos mucha gente se ve afectada, rápidamente se multiplican las sugerencias de analistas y especialistas para tratar de atravesarlas de la mejor manera posible. Mal de muchos no es consuelo de tontos, pero en un sentido amplio, las crisis generales ponen en funcionamiento estrategias de recuperación a un nivel más amplio.

Pero cuando la crisis financiera es personal es otra historia, y sus efectos pueden calar hondo y afectarnos intensamente a la hora de atravesar situaciones inesperadas. La pérdida de un trabajo, una enfermedad, un accidente de tránsito o cualquier otra circunstancia que afecte sorpresivamente nuestras finanzas puede quitarnos fácilmente el sueño. Pero el efecto puede resultar devastador si no estamos preparados.

¿Cómo actuar entonces? Como dicen los médicos, “prevenir es mejor que curar”. La perspectiva de que algo grave, y más allá de nuestro control suceda, puede volverse menos amenazante si uno está adecuadamente preparado. A continuación veremos algunas medidas que podemos tener en cuenta para minimizar el impacto de una crisis en nuestras finanzas.

1. Ahorrar, ahorrar y ahorrar

Más de una vez hemos hablado de las múltiples ventajas del ahorro. Y entre los numerosos objetivos que podemos planificar a la hora de proponernos practicar este buen hábito está la posibilidad de ahorrar para crear un fondo de emergencia. Ante lo inesperado, el dinero acumulado debería servir para cubrir nuestros gastos, al menos durante cuatro o cinco meses, en caso de que se suspenda abruptamente nuestra principal fuente de ingreso.

2. Maximizar los instrumentos de ahorro líquido

Como decíamos en el primer punto, ahorrar siempre está bien en términos generales. Ahora bien, para estar prevenidos para lo peor en términos financieros, es importante pensar en multiplicar los instrumentos de ahorro líquido, es decir, aquellos cuyo plazo de vencimiento o canje permiten una disponibilidad inmediata de dinero, ya sean bancarios (a corto plazo, con vencimiento de hasta un año de plazo, por ejemplo) o no bancarios. El tema es que en caso de emergencia uno puede recurrir a esos recursos en primer lugar, ya que sus valores no fluctúan según las condiciones del mercado, a diferencia de las acciones, fondos indexados o ETFs. Eso significa que uno puede retirar su dinero en cualquier momento, apenas ocurre nuestra crisis financiera.

3. Armar un presupuesto

Si uno no sabe con exactitud cuánto dinero entra y sale mensualmente, no podrá evaluar cuánto necesita para superar un caso de emergencia financiera. Por otra parte, si uno no mantiene un presupuesto claro, tampoco puede saber si está viviendo por debajo de sus posibilidades o por encima de lo que debería. Un presupuesto no es como un familiar o un amigo que puede tratar de hacerte a cambiar de comportamiento, pero es una herramienta útil y efectiva que será de ayuda para decidir si estás en el rumbo adecuado en términos de inversiones y tomar conciencia de si estás realmente satisfecho con la dirección que están tomando tus finanzas.

4. Minimizar las cantidades de cuentas mensuales

Tal vez no tengas que hacerlo ahora, pero deberías estar preparado para comenzar a hacer recortes y prescindir de todo aquello que no es estrictamente necesario. Si uno tiene la capacidad de llevar al mínimo los gastos mensuales de una manera rápida, entonces tendrá menos dificultades para pagar las cuentas y ocuparse de los gastos que son indispensables, cuando hay que hacer ajustes y el dinero escasea. Por ejemplo, ¿tenés  una cuota mensual alta por el mantenimiento de cuenta? Explorá las posibilidades de cambiarte a un banco que ofrezca cuentas sin tantos gatos. ¿Pagás un bono mensual por una línea de teléfono que nunca usás? Averiguá cómo cancelarla. En cuanto te lo propongas, vas a encontrar métodos de reducir esos y muchos otros gastos de ese tipo, y de ese modo ahorrar más.

5. Administrar las cuentas de manera ordenada

No hay razón para gastar montos adicionales a la hora de pagar las facturas, simplemente porque se pasó la fecha de vencimiento. Sin embargo la gente lo hace todo el tiempo. Durante una crisis, como la que produce la pérdida de un trabajo, uno debe volverse especialmente precavido en este aspecto. Simplemente, se trata de ser organizado y eso puede ayudarnos a ahorrar mucho. Un retraso en el pago de la tarjeta de crédito, puede implicar un recargo significativo, sobre todo si uno suma los importes adicionales, a lo largo de todo un año. O aún peor, puede que te cancelen la tarjeta, cuando realmente es necesaria. Una buena estrategia es establecer una rutina: tomarse un día dos veces al mes para revisar las cuentas de modo que no se pase ninguna fecha de vencimiento. Programar tus pagos en forma electrónica o incluso recurrir a varios avisos por mail, varios días antes de la fecha de vencimiento puede ser un buen hábito, que evite los retrasos.

6. Busca maneras adicionales de ganar dinero en efectivo

Por lo general, todos sabemos que hay algo que podemos hacer para ganar dinero extra: desde vender por Internet cosas que acumulamos en casa y que ya no necesitamos, reducir las horas de la niñera o el personal doméstico, buscar alternativas de trabajo en modalidad freelance. El dinero que uno puede ganar a través de estos medios tal vez te parezca insignificante comparada con lo que ganás con tu empleo principal, pero aun las pequeñas cantidades de dinero pueden sumar y volverse significativas con el tiempo. Además, el dinero que proviene de estas actividades tiene beneficios adicionales: puede que descubras que realmente disfrutas ocupándose de esas otras actividades a las que nunca prestante atención y que se transformen en una nueva carrera y una fuente de ingreso cada vez más prometedora.

En síntesis, la vida es impredecible pero si hay algo que uno pueda hacer para protegerse de posibles desastres, es estar preparado y ser cuidadoso. Con las medidas de precaución adecuadas, uno puede evitar que una crisis financiera se convierta en una tragedia, y resulte simplemente una tormenta pasajera.


Fuente: http://www.inversorglobal.com.ar/blog/

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